¡Hola lectores! ¿Recuedan que hace meses hice una entrada sobre "Sal con una chica que lee"? Bueno, no me sorprende que no se acuerden ya que yo tampoco lo hacía xD
Ahora le toca a los hombres. "Sal con un chico que lee". Jef Volkjten (Mifuturoesposoalcualaunnoconozco) leyó "Sal con una chica que lee" y se inspiró, asi que el siguiente texto ya saben quien lo creó.
¡Disfrutenlo!
Sin
embargo, mientras leía y releía cada párrafo, no podía evitar pensar en
que tú, señorita, también amarías encontrar ese hombre ideal que en vez
de perderse en la pantalla de su celular, se sumerge en el mar de palabras del
libro que devora silenciosamente. Por eso es que te aconsejo sin duda
alguna que busques salir con un chico que lee. Ese joven callado que
acostumbra pasar inadvertido y al que siempre encuentras degustando las
páginas amarillentas de un ejemplar desgastado. Ese hombre de rostro
serio que ves en un café o en un centro comercial, acompañado de una
buena novela y una bebida helada. Invítalo a salir, será toda una
aventura que valdrá la pena.
Porque
un chico que lee, también escucha. Atenderá tus quejas por la brevedad
de una novela o la maldad de cierto personaje.Conocerá la magia de las
palabras que pueda susurrarte mientras recorren bibliotecas y relatos
misteriosos. Sabrá aplicar el arte del silencio y el apoyo mudo cada vez
que llores el final de un nuevo libro. Ese chico que lee tomará tu mirada como inspiración para
convertirse en escritor apasionado que ve en tus ojos la fuente de sus
escritos. Un hombre que lee albergará en su ser un océano de historias
para que solo tú te sumerjas en ellas.
Sí,
esos chicos aún existen. Son como los libros empolvados que
encuentras en un rincón de la librería. Lo ves y por alguna extraña
razón capta tu atención. Sus rostros son la tapa de una historia que
por momentos pasa inadvertida entre cientos de portadas comunes que
pululan diariamente por ahí sin despertar tu curiosidad. Pero cuando te
acercas y empiezas a leer sus gestos, a escuchar sus palabras, te atrapan como cuentos fascinantes
que no puedes dejar de lado. Sí, los chicos que leen aún existen, y
bien vale la pena que los invites a salir. Puedes ver a alguno por ahí,
con aparente gesto frío y refinada indiferencia. Pero bajo esos
aspectos se halla el calor hipnótico del hombre que busca una lectora
para sus historias, una protagonista para su vida.
Sal con un chico que lee. Porque es la garantía de una biblioteca en su casa reservada sólo para ti. Porque con cada libro que se obsequien entre ambos, irán alimentando la librería que desearán tener en un pequeño apartamento lleno de fantasía en París, Roma, Londres o Madrid. Porque un chico que lee solamente discutirá contigo sobre los personajes de Orgullo y Prejuicio, los hechizos que conocen del mundo pottérico o las sorpresas reveladas por George R. R. Martin. Y cada noche sin falta consumarán un acto de amor literario en el que la cadencia de su voz y tu respiración entrecortada se unirán al ritmo armonioso de una lectura emocionante que ninguno querrá dejar para el otro día.
Toma el riesgo, lectora. Cuando veas a un chico que lee en el transporte o en el parque, acércate y pregúntale por la historia que tiene entre manos. Háblale de Wilde, Poe o Zafón. Y luego invítalo a salir. Yo recomendaría visitar una librería. Te lo garantizo: nada hace más feliz a un lector que ir a ver libros en compañía de una dama. Contemplar a una mujer observando y acariciando páginas es como el paraíso. Un mágico paraíso literario para el chico que lee.
Sal con un chico que lee. Porque es la garantía de una biblioteca en su casa reservada sólo para ti. Porque con cada libro que se obsequien entre ambos, irán alimentando la librería que desearán tener en un pequeño apartamento lleno de fantasía en París, Roma, Londres o Madrid. Porque un chico que lee solamente discutirá contigo sobre los personajes de Orgullo y Prejuicio, los hechizos que conocen del mundo pottérico o las sorpresas reveladas por George R. R. Martin. Y cada noche sin falta consumarán un acto de amor literario en el que la cadencia de su voz y tu respiración entrecortada se unirán al ritmo armonioso de una lectura emocionante que ninguno querrá dejar para el otro día.
Toma el riesgo, lectora. Cuando veas a un chico que lee en el transporte o en el parque, acércate y pregúntale por la historia que tiene entre manos. Háblale de Wilde, Poe o Zafón. Y luego invítalo a salir. Yo recomendaría visitar una librería. Te lo garantizo: nada hace más feliz a un lector que ir a ver libros en compañía de una dama. Contemplar a una mujer observando y acariciando páginas es como el paraíso. Un mágico paraíso literario para el chico que lee.
OHDIOSOHDIOS!!! TENGO QUE ROBÁRTE ESA ENTRADA!!!! LO QUIERO, LO QUIERO!!!!!!!!!! ¿PUEDO!? :3
ResponderEliminarJjaj Claro que si, solo recuerda anunciar que Jef fue quien lo escribió :3
EliminarTu esposo ha llegado(?) Jajaja, Maiya, ¡muchísimas gracias por publicarlo! Te agradezco un montón que lo hicieras y me alegra que encontraras agradable el artículo :D En serio, ¡muchas gracias! Un placer haber encontrado este lugar.
ResponderEliminarº.º How que pena u.u Jjajaj Lo siento esposo(?), me encantó lo que escribiste, me emocioné y no pude evitar escribir eso ^^
EliminarJajaja, no te preocupes, ha sido encantador encontrarme con ello. Casi no consigo descifrar lo que decía allí pero una vez lo hice no pude contener la risa, además es un honor que hubieses compartido mi artículo acá :) De nuevo, ¡muchas gracias!
EliminarTus palabras llegaron en un momento necesario en mi vida.... gracias por haberlas plasmado de una manera se silla y apasionada
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